a. Una persona que sufre los trastornos de alimentación tiene una imagen de sí misma tan distorsionada, tan absorbida por la mente negativa, tan incapaz de recibir ayuda, que debe sufrir un purgatorio psicológico hasta que nosotros, los de afuera, comprendamos su lenguaje secreto y la liberemos de su difícil situación.
Es asombroso observar la valentía de las víctimas de los trastornos de la alimentación. Algunas de ellas siguen vivas veinte o treinta años, y son una lección para la humanidad.
Si las bellas modelos, con su supuesta perfección, son el ejemplo para estas criaturas vulnerables.
¿Por qué éstas llegan más lejos, hasta la desnutrición y la muerte?
¿Por qué una modelo llega a ser anoréxica y otras no?
¿Por qué hay mujeres mayores que padecen de anorexia junto con artritis?
¿Por qué la sufren algunos niños pequeños?
La anorexia es más frecuente en las mujeres que en los hombres porque a las mujeres se les dice que el aspecto es lo importante, mientras que los hombres son elogiados por otras cualidades.
A menudo se ha dicho que los trastornos de la alimentación son patrimonio de las clases sociales medias y altas. En general eso es cierto, pero es comprensible. En los hogares de clase media y alta la angustia por los aspectos materiales de la existencia es menor.
